Ejemplo de discriminación directa y oculta hacia una mujer trabajadora, que intenta quedarse embarazada.


Navegando por Internet, mientras buscaba artículos donde se visibilizara alguna forma de discriminación para hacer el ejercicio propuesto, me he topado con una noticia del diario "El País", de fecha 7 de marzo de 2018, que me ha llamado poderosamente la atención: "Así discriminan las empresas a las mujeres". Pego su enlace a continuación:

https://elpais.com/economia/2018/03/06/mis_derechos/1520356260_464613.html

No he tenido que buscar mucho para encontrar ejemplos de discriminación hacia la mujer, por el hecho de ser mujer y además, en el caso concreto que voy a comentar, por su intención de ser madre. 

El texto que pego a continuación está sacado del artículo que se menciona y en el mismo queda claro que la causa de despido encubierta de una profesora fue el hecho de someterse a un tratamiento de fertilidad para tener familia.


"Despedida por someterse a un proceso de fecundación 'in vitro'

La protección de la maternidad también se extiende a la fase previa al embarazo. En abril de 2017 llegó hasta el Supremo el caso de una trabajadora que fue despedida mientras se sometía a un proceso de fecundación in vitro. Aunque es cierto que técnicamente no estaba embarazada, la empresa no fue capaz de rebatir los indicios de que el despido se debía al hecho de que la trabajadora estaba siendo sometida a un tratamiento de reproducción asistida y el despido fue declarado nulo."

En la sentencia explican la forma en la que se discriminó a esta trabajadora y se procedió a su despido. Pego el enlace:

https://diariolaley.laleynext.es/content/Documento.aspx?params=H4sIAAAAAAAEAMtMSbH1CjUwMDC1MDEwsjRVK0stKs7Mz7Mty0xPzStJBfEz0ypd8pNDKgtSbdMSc4pT1RKTivNzSktSQ4sybUOKSlMBQg4EGEUAAAA=WKE

Esta forma de discriminación, directa y oculta, se produce en el contexto laboral y afecta al colectivo de las mujeres.

Soy de la opinión de que la Sociedad, en mayúsculas, en la que vivimos, aún cuestiona, y mucho, a las mujeres que deciden no ser madres; pero sin embargo, sigue dejando el peso de la maternidad sobre los hombros de las mujeres, ya que la conciliación de la vida familiar y laboral es una lucha constante, y no hay herramientas eficaces para que las mujeres que quieren ser madres y progresar, laboralmente hablando, puedan hacerlo en igualdad de condiciones que los hombres que quieren ser padres y sentirse satisfechos con su trabajo.


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